Turismo en Brasil: Cuatro joyas imperdibles para tus vacaciones de invierno

Brasil se convierte en un refugio ideal para quienes buscan sol, paisajes paradisíacos y una energía renovadora. Este destino no solo conquista por sus playas de ensueño, sino también por su gastronomía vibrante y una naturaleza que desborda vida. Pensando en las próximas vacaciones de invierno, te mostramos cuatro opciones que combinan descanso, aventura y una belleza difícil de olvidar.

Trancoso: encanto rústico en el corazón de Bahía

Ubicado en la costa sur del estado de Bahía, Trancoso es sinónimo de tranquilidad y sofisticación. Su clima templado y seco durante el invierno lo convierte en una excelente opción para recorrer sin prisas, cuando la afluencia de turistas es menor y el ambiente se vuelve aún más apacible.

El acceso a este pequeño paraíso comienza en el aeropuerto de Porto Seguro. Desde allí, una pintoresca travesía en balsa por el río Buranhém y un breve paso por Arraial d’Ajuda marcan el inicio de una experiencia mágica. En Trancoso, las calles de tierra, las construcciones coloridas y las plazas llenas de vida conviven con una gastronomía de alto nivel y opciones de alojamiento boutique.

Las playas Praia do Espelho y Praia dos Nativos son postales vivas que invitan a la contemplación y al relax, mientras que el centro del pueblo vibra con bares y restaurantes que mantienen la esencia bahiana con un toque chic. Para los más aventureros, las excursiones en barco permiten descubrir la costa desde otra perspectiva.

Praia do Rosa: naturaleza pura y ballenas en el horizonte

En el sur de Brasil, a solo 90 km de Florianópolis, se encuentra Praia do Rosa, un destino que cautiva por su belleza intacta y su compromiso con la preservación ambiental. Rodeada de colinas verdes y bañada por un mar bravo, esta bahía es una de las más encantadoras del continente.
Julio es el mes ideal para visitarla, ya que coincide con la llegada de las ballenas francas australes, que se acercan a la costa para parir y amamantar a sus crías. El avistaje desde la playa o mediante excursiones en barco es una experiencia emocionante para grandes y chicos.

Además de observar estos majestuosos animales, en Praia do Rosa se puede practicar trekking, cabalgatas, mountain bike y, por supuesto, surf, gracias a sus olas intensas. La oferta gastronómica es variada y con productos locales frescos, ideales para recuperar energías tras un día activo.

Bonito: el paraíso del ecoturismo

Quienes prefieren la aventura y el contacto directo con la naturaleza encontrarán en Bonito, estado de Mato Grosso do Sul, un destino perfecto. Conocido por sus ríos de aguas transparentes, cavernas subterráneas y una biodiversidad asombrosa, Bonito es uno de los íconos del ecoturismo en Brasil.

El punto de llegada más conveniente es el aeropuerto de Campo Grande. Desde allí, comienza el viaje hacia un mundo donde nadar entre peces de colores, explorar grutas y recorrer senderos selváticos es parte del día a día. Actividades como el buceo en la Laguna Misteriosa o los paseos por el Río da Prata y el Acuario Natural son imperdibles.

Es recomendable reservar las excursiones con antelación, ya que muchas de ellas tienen cupos limitados para proteger el entorno natural.

Fernando de Noronha: un tesoro en medio del Atlántico

Para quienes sueñan con una escapada exclusiva y alejada del bullicio, Fernando de Noronha es el destino ideal. Este archipiélago volcánico, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, está rodeado por aguas turquesas, acantilados y una fauna marina única.

El acceso al parque es regulado para preservar su delicado ecosistema, lo que garantiza playas limpias, sin multitudes y con una atmósfera casi mística. Praia do Sancho, frecuentemente reconocida entre las más bellas del mundo, es uno de los puntos más icónicos.

Snorkel, buceo, caminatas ecológicas y la posibilidad de ver tortugas marinas en su hábitat natural hacen de Noronha un destino inolvidable. Es ideal para parejas, familias con espíritu aventurero o grupos de amigos que buscan reconectarse con lo esencial.

Ya sea que te tiente el lujo sencillo de Trancoso, la emoción de ver ballenas en Praia do Rosa, el espíritu aventurero de Bonito o la exclusividad de Fernando de Noronha, Brasil tiene un rincón especial esperándote.

Las vacaciones de invierno pueden ser el momento perfecto para cambiar el abrigo por la malla y regalarse unos días de sol, mar y naturaleza en su máxima expresión. ¿Ya empezaste a planear tu próxima escapada?