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Pasajes inteligentes: cómo los algoritmos podrían cambiar lo que pagamos por volar

La novedad llega desde el mundo de la aviación: Delta Air Lines anunció que empezó a utilizar inteligencia artificial generativa para definir el valor de sus pasajes. La propuesta promete eficiencia y rapidez, pero también generó inquietud entre legisladores y especialistas que miran con recelo cómo puede afectar al bolsillo de los viajeros.
Un “superanalista” de tarifas
El sistema funciona como una especie de analista digital, capaz de procesar en segundos miles de variables que influyen en el precio de un pasaje aéreo. No se trata solo de la clásica ecuación entre demanda y oferta: también entran en juego factores como el clima, el contexto económico, los horarios de vuelo, la disponibilidad de asientos e, incluso, cambios de programación que puedan alterar el comportamiento de los pasajeros.
La aerolínea asegura que la IA no utiliza datos personales de los clientes y que la prioridad es mantener la competitividad. Tal como ocurre con cualquier negocio, si una compañía sube demasiado los precios, corre el riesgo de que los viajeros se inclinen por la competencia. La lógica es clara: el pasajero siempre busca la mejor relación entre precio y servicio.
Entre la promesa y la polémica
A pesar de la defensa de Delta, la reacción política no se hizo esperar. Senadores estadounidenses enviaron cartas al CEO de la empresa mostrando su preocupación por una posible suba desmedida de precios o por una pérdida de incentivos a la hora de mejorar el servicio. También surgieron dudas sobre la transparencia de un sistema que, a los ojos de muchos, parece un tanto “caja negra”.
Consultores de la industria advierten que la situación es ambigua y delicada. Para algunos, esta innovación abre la puerta a una “carrera armamentista de IA” en el sector aéreo, ya que otras compañías –entre ellas Virgin Atlantic y Viva Aerobus– comenzaron a explorar caminos similares. No faltan voces críticas, como la de American Airlines, que teme un impacto negativo en la confianza de los consumidores.
Oportunidad para el “upselling”
Más allá de los precios base, la inteligencia artificial puede convertirse en una poderosa aliada para las aerolíneas en la venta de servicios complementarios. Equipaje extra, selección anticipada de asientos, embarque prioritario o paquetes gastronómicos a bordo podrían ser ofrecidos de manera más atractiva y personalizada.
Esto se conecta con un objetivo histórico de la industria: cobrar menos a los pasajeros sensibles al precio y más a quienes están dispuestos a pagar por comodidad o exclusividad. Un esquema que, de hecho, ya existe bajo modalidades como la “Basic Economy”, pero que la IA podría perfeccionar con una precisión inédita.
¿Qué significa para los viajeros?
Para quienes planean sus vacaciones desde Argentina o la región, este tipo de avances invita a estar atentos. A corto plazo, es probable que las tarifas no sufran aumentos significativos, ya que las aerolíneas deben seguir siendo competitivas. Pero sí podríamos ver un mayor dinamismo en las ofertas y en la forma en que se presentan los precios.
Si estás pensando en tu próximo viaje, lo recomendable sigue siendo lo de siempre: comparar en distintos buscadores, reservar con anticipación en fechas de alta demanda y estar atento a los extras que pueden encarecer el ticket final. La tecnología puede ayudar a encontrar precios más justos, pero la decisión final siempre está en manos del viajero informado.
Una invitación a mirar el futuro del turismo
La noticia marca un antes y un después en la forma en que pensamos nuestros vuelos. Que un algoritmo determine el valor de un pasaje puede sonar frío, pero también es parte de una transformación que busca mayor eficiencia en la industria. El desafío será lograr un equilibrio entre innovación, transparencia y accesibilidad.
La próxima vez que planifiques tus vacaciones y busques ese pasaje soñado, quizás sea un sistema de IA el que haya decidido cuánto cuesta. ¿Será una oportunidad para viajar más barato o un obstáculo en tiempos de presupuestos ajustados? Lo cierto es que el turismo, una vez más, nos invita a imaginar el futuro mientras preparamos la valija.
