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Actividades

Tres joyas rurales para descubrir en las vacaciones de invierno 2025

Las vacaciones de invierno son una invitación a hacer una pausa. En medio del frío, muchas familias buscan reconectar con lo simple: paisajes tranquilos, buena comida y la calidez de quienes viven en los destinos elegidos. Si ese es tu plan para este receso invernal, te contamos que hay tres pueblos argentinos sumamente interesantes para conocer

Seclantás, Salta: un rincón detenido en el tiempo

Ubicado entre los imponentes paisajes de los Valles Calchaquíes, Seclantás es un pequeño pueblo salteño que parece salido de una postal. Con poco más de un millar de habitantes entre su núcleo y alrededores, se destaca por su arquitectura colonial, sus callecitas de tierra y su entorno natural de cerros rojizos y cielo infinito.

Seclantás, Salta

Aquí no hay apuro. Todo invita a bajar un cambio y dejarse llevar por el ritmo tranquilo del lugar. Ideal para quienes buscan una experiencia de inmersión en la cultura andina, con tejidos artesanales, historia viva y un paisaje que emociona. El invierno es una época perfecta para visitarlo: los días suelen ser soleados y frescos, y el cielo argentino, con su intensidad azul, es un espectáculo en sí mismo.

Saldungaray, Buenos Aires: naturaleza y legado arquitectónico

A menos de 600 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Saldungaray es una excelente opción para quienes desean descansar sin alejarse demasiado. Este pueblo del partido de Tornquist está rodeado por las sierras de Ventania, un lugar ideal para disfrutar de caminatas, paseos al aire libre y actividades al ritmo del turismo rural.

Saldungaray

Uno de sus mayores atractivos es el Dique Paso de las Piedras, un enorme espejo de agua que invita a la pesca, el camping o simplemente a contemplar el paisaje. Pero además, Saldungaray guarda un interesante patrimonio arquitectónico, con obras del reconocido Francisco Salamone que sorprenden por su modernidad y originalidad. La iglesia Nuestra Señora del Tránsito, con su particular fachada, es un buen ejemplo.

Con opciones de alojamiento que van desde cabañas hasta campings bien equipados, es un destino amigable y hospitalario. Si vas en auto desde Buenos Aires o Santa Fe, el viaje es parte del disfrute: las rutas que conducen hasta allí atraviesan paisajes rurales que ya preparan el ánimo para el descanso.

Villa Elisa, Entre Ríos: termas, campo y tranquilidad

Si lo tuyo es el agua caliente en pleno invierno, Villa Elisa puede ser el destino que estás buscando. Ubicada en el corazón entrerriano, esta localidad combina lo mejor del turismo termal con la calidez de un pueblo donde el tiempo parece transcurrir más lento.

Institucional - Termas Villa Elisa

Las termas de Villa Elisa son el gran imán: aguas mineromedicinales rodeadas de naturaleza, perfectas para relajarse mientras afuera el aire se siente fresco. Pero hay más: podés recorrer caminos rurales, disfrutar de una excelente gastronomía casera y sumarte a visitas guiadas por establecimientos agrícolas que muestran la vida del campo desde adentro.

Está a poco más de 300 kilómetros de Buenos Aires y se llega fácilmente por la Ruta Nacional 14. El invierno, lejos de ser una desventaja, es una propuesta interesante: el contraste entre el aire frío y las piscinas termales es simplemente irresistible.

Una invitación a viajar distinto

Estos tres pueblos —Seclantás, Saldungaray y Villa Elisa— fueron destacados por la ONU por su compromiso con el turismo responsable, la preservación de su identidad y su capacidad para ofrecer experiencias genuinas. Pero más allá de los reconocimientos internacionales, son lugares donde uno se siente bienvenido, donde la belleza no está en lo ostentoso, sino en lo simple y auténtico.

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