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Las playas imperdibles de Río de Janeiro, elegidas por la Inteligencia Artificial

Sol radiante, ritmo en cada esquina y el inconfundible aroma a mar: Río de Janeiro es un destino que enamora a primera vista. Pero entre tantas playas que parecen competir en belleza, la elección puede ser difícil. Para facilitar la tarea, una Inteligencia Artificial analizó miles de reseñas de viajeros, tendencias en redes y la opinión de expertos para armar una lista de las playas que no podés perderte en tu visita a la “Cidade Maravilhosa”.
Copacabana: el ícono carioca
Hablar de Río es hablar de Copacabana. Con su famoso paseo ondulado y una extensión que supera los cuatro kilómetros, esta playa vibra desde temprano hasta la madrugada. Ideal para quienes buscan una experiencia completa, en esta playa se mezclan partidos de vóley, puestos de comida con sabor a mar, música en vivo y un ambiente multicultural.
Es el lugar perfecto para caminar al atardecer, sentir la energía de la ciudad y sacarse la foto clásica con el Pan de Azúcar de fondo.
Ipanema: elegancia junto al mar
A pocos minutos de Copacabana, Ipanema ofrece una versión más sofisticada de la vida playera.
Conocida por su ambiente cuidado, sus bares de autor y el atardecer que tiñe el cielo de tonos naranjas y violetas, es la playa para quienes disfrutan del buen vivir. Su arena limpia y la calidad de sus servicios la convierten en una opción cómoda y segura para pasar el día, combinando sol, mar y vida social.
Leblon: calma y estilo
Si lo que buscás es tranquilidad sin renunciar al encanto de Río, Leblon es tu destino. Con menos gente que Ipanema y un perfil más familiar, esta playa ofrece aguas más calmas y un entorno que invita a relajarse.
El barrio, uno de los más exclusivos de la ciudad, suma restaurantes y cafés para continuar el paseo después de la jornada de playa.
Barra da Tijuca: para los amantes de la adrenalina
Barra da Tijuca es sinónimo de espacio y deporte. Es la playa más extensa de Río y un punto de encuentro para surfistas y fans de los deportes acuáticos. Sus olas atraen a quienes buscan desafíos.
Aunque está un poco más alejada del centro, su energía hace que el viaje valga la pena.
Prainha y Grumari: tesoros escondidos
Para quienes prefieren escapar del ruido, estas dos playas son pequeñas joyas. Rodeadas de vegetación, con aguas cristalinas y un ambiente casi intacto, Prainha y Grumari son ideales para una jornada de desconexión total.
Llegar implica un poco más de logística —lo mejor es ir en auto—, pero la recompensa es un paisaje que parece sacado de una postal.
Un destino para todo el año
Aunque Río de Janeiro brilla especialmente en verano, sus temperaturas agradables y su ambiente vibrante invitan a visitarlo en cualquier estación. Desde la clásica selfie en Copacabana hasta el silencio sereno de Grumari, cada playa tiene su propia personalidad y encanto.
